En estos últimos meses hemos podido conocer a políticos, periodistas y tertulianos de televisión, que el día que repartían vergüenza ellos no estaban. Estos personajes tienen una cualidad innata; son capaces de decir una cosa y la contraria en la misma frase y quedarse tan a gusto.
Si el ex ministro Bermejo se va de cacería con treinta personas, entre ellos el Juez Garzón, se pone en marcha toda la maquinaria mediática del PP, para pedir, para exigir su dimisión. No hay programa de televisión, de radio, periódico o conversación de lumbreras en un bar, que no pida la dimisión del ministro.
Pero cuando el vicepresidente del Consejo General del Poder Judicial, Fernando de Rosa, viene corriendo desde Madrid para entrevistarse con su amigo Camps, el día después de conocer su imputación por el Juez Garzón...
No pasa nada.
El consejero de interior de la comunidad de Madrid, Francisco Granados, se reúne durante tres horas en un restaurante, con el Juez del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que tiene que juzgar a los aforados del PP madrileño (por el caso Correa) según ellos “para hablar de trabajo”, y no pasa nada.
Si Camps dice en el acto de toma de posesión de la consellera de Justicia, Paula Sánchez de León: “Tendremos que buscar en el diccionario otra palabra distinta a la de amistad que resuma y defina la íntima y sentida colaboración entre De la Rúa y el President de la Generalitat”. Y De la Rúa es el presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, que tiene que decidir si juzga o no a Camps. No pasa nada
Si el ex ministro Bermejo se va de cacería con treinta personas, entre ellos el Juez Garzón, se pone en marcha toda la maquinaria mediática del PP, para pedir, para exigir su dimisión. No hay programa de televisión, de radio, periódico o conversación de lumbreras en un bar, que no pida la dimisión del ministro.
Pero cuando el vicepresidente del Consejo General del Poder Judicial, Fernando de Rosa, viene corriendo desde Madrid para entrevistarse con su amigo Camps, el día después de conocer su imputación por el Juez Garzón...
No pasa nada.
El consejero de interior de la comunidad de Madrid, Francisco Granados, se reúne durante tres horas en un restaurante, con el Juez del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que tiene que juzgar a los aforados del PP madrileño (por el caso Correa) según ellos “para hablar de trabajo”, y no pasa nada.
Si Camps dice en el acto de toma de posesión de la consellera de Justicia, Paula Sánchez de León: “Tendremos que buscar en el diccionario otra palabra distinta a la de amistad que resuma y defina la íntima y sentida colaboración entre De la Rúa y el President de la Generalitat”. Y De la Rúa es el presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, que tiene que decidir si juzga o no a Camps. No pasa nada
Si en el PP esta bajo sospecha por corrupción hasta el que barre en la sede de la calle Génova. No pasa nada.
No preocuparos que el ejército de lacayos del PP se encargara de que no se hable mucho tiempo de estos temas, y en Canal 9 no se hablara ni un minuto, así el pueblo valenciano seguirá idolatrando a sus grandes dirigentes populares, y odiando al demonio socialista, culpable de todos nuestros males.
Fernado Grande Lopez
Portavoz del PSPV-PSOE
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