jueves, 31 de diciembre de 2009

Al alcalde le molestan las fotos

El regidor de Vall d'Alba prohíbe las cámaras en los plenos municipales .
Francisco Martínez, alcalde de Vall d'Alba y vicepresidente primero en la Diputación de Castellón que preside Carlos Fabra, es un hombre de pocas palabras. En 18 años que lleva como primer edil por el Partido Popular en el municipio de la comarca de l'Alcalatén y 14 sentado a la derecha del presidente en el palacio sede de la institución provincial, no ha destacado por su locuacidad y apenas se le conocen declaraciones -aunque sí actos- que hayan valido para un titular de prensa. Y Francisco Martínez quiere que siga siendo así. Es un hombre de silencios.
Ayer, como cada tres meses, el tiempo máximo que permite la ley para convocar un pleno a los municipios con menos de 5.000 habitantes, el alcalde de Vall d'Alba reunió a la corporación que dirige con mayoría absoluta y volvió a impedir a los medios de comunicación que grabasen o tomasen imágenes de la sesión plenaria. También se negó a contestar a las preguntas del portavoz socialista en el municipio, Fernando Grande, quien interrogó a Martínez, entre otras cuestiones, sobre su implicación en el caso Gürtel, la contratación de su hija en el consistorio que dirige, o por la relación del municipio con sus empresas "amigas", según el socialista. A cada pregunta de Grande, el alcalde de Vall d'Alba contestó con un "le responderé dentro de tres meses". Un vuelva usted mañana que incluso utilizó cuando la conceja socialista Pamela Guinot reveló que pretendía contraer matrimonio en noviembre en el Ayuntamiento, y pidió al alcalde que delegase en el portavoz socialista la facultad de oficiar el casamiento. Francisco Martínez se negó con el argumento de que sólo él es el representante oficial del consistorio. Cuando Guinot le preguntó por qué se negaba cuando es práctica habitual que otros concejales, aparte del alcalde, puedan casar en los municipios y así viene recogido en el Código Civil, Martínez contestó que le responderá "dentro de tres meses".
El pleno comenzó a las 8.30 de la mañana y los medios de comunicación, entre ellos un fotógrafo de EL PAÍS, intentaron acceder a la sesión para realizar su trabajo. Se toparon de bruces con el alguacil y uno de los ediles del PP, quienes les impidieron el paso si iban a utilizar sus medios electrónicos porque existía un "acuerdo plenario" que así lo estipulaba. No apareció el documento pese a que fue reclamado por los profesionales. El PSPV se hizo acompañar de un notario que levantó acta de lo sucedido y reflejó la tensión y el forcejeo para expulsar a los medios de comunicación.
El silencio de Martínez en el pleno deja sin explicaciones que su nombre figure en el informe de la Unidad de Blanqueo de Capitales de la Policía Nacional como persona de contacto de la empresa Orange Market para el cobro de una factura. El alcalde de Vall d'Alba se ha limitado a aseverar que es "falso". Tampoco las circunstancias que permitieron el contrato de su hija en el consistorio, entre otras cuestiones de interés. El alcalde dice que responderá "dentro de tres meses". El portavoz socialista lamenta que las respuestas "tampoco llegan" al trimestre.




De frutero a terrateniente
Francisco Martínez dio sus primeros pasos profesionales en la frutería que su familia regentaba en Vall d'Alba. Al contrario que su hermano Juan Miguel, el televisivo peluquero rosa en ocasiones novio de la cantante Karina, siempre ha mantenido un hosco semblante, que no le impidió alcanzar la alcaldía en 1991, progresar hasta la vicepresidencia primera de la Diputación de Castellón, y ser la mano derecha de Carlos Fabra. A la sombra del mandatario provincial y pocos años después de sus inicios como frutero, era titular de más de 15 propiedades en el municipio, de las que 12 le fueron entregadas como donación por particulares. Además de la propiedad de varias casas y masías en Vall d'Alba, una de ellas ubicada en una extensión de varios miles de metros cuadrados, jardines, pozo y capilla, Francisco Martínez posee hoy 225.000 metros cuadrados de terrenos que le han salido gratis. Para la inscripción de estas propiedades el alcalde de Vall d'Alba precisó de la existencia de testigos que acreditasen que los donantes eran titulares del suelo. Dos funcionarios del Ayuntamiento de Vall d'Alba, siempre los mismos, se encargaron de confirmarlo ante notario.
PUBLCAT PER: El País,31/12/2009

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