domingo, 20 de mayo de 2007

El alcalde de Vall d'Alba es propietario de 12 fincas donadas por particulares

Martínez ha adquirido 380.000 metros cuadrados de suelo rústico por 500.000 euros

El vicepresidente de la Diputación de Castellón, Francisco Martínez, del Partido Popular, posee, entre los bienes que componen su patrimonio, 180.000 metros cuadrados de suelo que le ha salido gratis. Varios particulares donaron al también alcalde de Vall d'Alba el suelo repartido en un total de una docena de fincas. Además, Martínez ha comprado otros terrenos que, en todos los casos, eran rústicos. Sin embargo, el Ayuntamiento que preside ha recalificado al menos dos de las parcelas que ahora forman parte del patrimonio del dirigente del PP. Francisco Martínez, alcalde de Vall d'Alba (PP), vicepresidente de la Diputación de Castellón y mano derecha de su presidente, Carlos Fabra, ha adquirido, junto a su madre y en los últimos seis años, una superficie similar a 47 campos de fútbol. La mayoría del suelo está en el mismo término municipal en el que gobierna, mientras que una pequeña porción pertenece al término de Borriol. En total, han sido más de 380.000 metros cuadrados, en su mayoría rústicos, que le supusieron un coste de alrededor de 500.000 euros. Sin embargo, Martínez sólo pagó por una parte de ese terreno ya que recibió hasta una docena de fincas como donación por parte de sus titulares, tal como figura en el registro de la propiedad. Al menos dos de todas esas fincas fueron posteriormente recalificadas por el propio Ayuntamiento de Vall d'Alba que preside Martínez.Además, los donantes hubieron de utilizar un sistema especial que, en cualquier caso, prevé la ley ya que de las 12 fincas donadas a Martínez, sólo dos figuraban en el registro de la propiedad. Para el resto, fue necesario recurrir al artículo 205 de la Ley Hipotecaria que permite inscribir bienes no registrados siempre que existan testigos que "acrediten de modo fehaciente haber adquirido el derecho con anterioridad". Así, hasta en una decena de ocasiones, fueron las mismas dos personas las que acudieron al notario. Se trata de dos funcionarios del mismo Ayuntamiento de Vall d'Alba que preside Martínez que acreditaron, en todas las ocasiones, que los donantes eran titulares del suelo.
Francisco Martínez justificó ayer la acumulación de patrimonio apelando a la legalidad. Según dijo, todas las donaciones son "legales y están declaradas" y añadió que "cualquier ciudadano puede recibir una donación de sus padres o de sus familias y no existe ninguna ilegalidad".
El vicepresidente de la Diputación recibió, de una misma persona, hasta siete fincas, de las que sólo estaban inscritas dos. Así, las inscripciones en el registro de la propiedad se realizaron con los dos funcionarios del Consistorio como testigos, excepto en un caso en el que la acreditación consistió en una certificación del propio Ayuntamiento expedida cuatro meses antes de que se produjera la donación. Según las notas del registro de la propiedad, la valoración de estas siete fincas asciende a cerca de 9.000 euros, de los que Martínez no pagó nada. Seis de ellas se encuentran en la misma partida, conocida como La Pelejana, que comprende un núcleo de población dependiente del municipio de Vall d'Alba.
De las otras cinco fincas donadas a Martínez, una procede de su propio padre, que tampoco la tenía inscrita en el registro, por lo que, de nuevo, hubo de recurrir a los dos funcionarios del Ayuntamiento como testigos de que la finca era de quien decía ser el dueño. Ésta, también rústica, es una finca de más de 20.000 metros cuadrados, valorada en 4.808 euros, que el padre del vicepresidente de la Diputación de Castellón no cobró a su hijo.
Las cuatro fincas restantes, más de 38.000 metros cuadrados, proceden de cuatro titulares diferentes, pero todas ellas se encuentran en la misma partida, Bornell, y tienen un valor, según el registro de la propiedad de más de 11.000 euros. También estas parcelas fueron donadas.
Además de estas 12 porciones de terreno, Francisco Martínez recibió otras tres fincas, una de ellas con una masía, que fueron donadas al vicepresidente de la Diputación por sus padres, quienes las adquirieron el mismo día que realizaron la donación a su hijo, según las inscripciones en el registro de la propiedad. Por éstas, los padres de Martínez pagaron más de 40.000 euros y en uno de los casos, la operación de compraventa requirió también de la aplicación del artículo 205 de la Ley Hipotecaria, ya que la finca no estaba inscrita.
Los progenitores del vicepresidente de la Diputación de Castellón adquirieron además otras siete fincas, que sí pagaron y que inscribieron a su nombre. En tres de estas siete operaciones se tuvo que recurrir, de nuevo, al 205 de la Ley Hipotecaria puesto que el terreno no estaba inscrito en el registro y fue la comparecencia de dos testigos la que permitió su inscripción y posterior venta.
Publicat en: EL PAÍS, 20/05/07